Al principio, modelar sin luz me parecía una propuesta bastante interesante, arriesgada y a la vez oscura. Desde el presente sin futuro.
Gracias a esta experiencia y sobretodo a la música, fue cuando se clarificó todo lo pasado en penumbras, me descubrí y redescubrí lo que había sentido en el experimento: brillar de una forma peculiarmente ligera.
Gracias a esta experiencia y sobretodo a la música, fue cuando se clarificó todo lo pasado en penumbras, me descubrí y redescubrí lo que había sentido en el experimento: brillar de una forma peculiarmente ligera.
Al sentir el barro entre mis dedos sin saber con exactitud qué era lo que estaba modelando me produjo una sensación de placer y tranquilidad conmigo misma que jamás había experimentado (mente cuerpo alma).
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